Ubaldo, un ex militar que ahora trabaja en un banco de São Paulo, se dirige al noreste después de heredar tierras del padre biológico que nunca conoció: un famoso cangaceiro. Cuando Ubaldo es tomado como rehén durante un atraco a un banco, escapa de la muerte ofreciendo información para un atraco. Es persuasivo y la pandilla acepta su trato, siempre que pueda demostrar que está diciendo la verdad.
Con Jeremías herido, la pandilla improvisa una fuga y busca refugio en la casa de un campesino. Dinorah lucha contra uno de los bandidos después de que ataca a la hija adolescente del granjero. Para salvar la vida de Dinorah, Sabiá la envía a ayudar a Ubaldo a cumplir su promesa, tras lo cual podrá vengarse. Ubaldo tendrá que luchar contra su propia hermana si quiere sobrevivir.
La pandilla se prepara para el próximo atraco. Ubaldo se reencuentra con un amigo de la infancia, Leinneane, cuyo esposo se postula para alcalde. Las tensiones aumentan entre los bandidos cuando un robo casi les cuesta la vida. Ubaldo se rebela contra la incompetencia de la pandilla y gana una pelea contra Ameaço. Si quieren ganar dinero de verdad ahora, tendrán que hacerlo a su manera: sin muertes.
Mientras Ubaldo trabaja para convertir a la pandilla en profesionales, Dinorah hace una oferta de 1 millón de reales para evitar que el banco remate sus propiedades. Ganaron, pero ahora necesitan más dinero y prepararse para el próximo atraco. Dilvania da la bienvenida a las familias que perdieron sus casas en una subasta para vivir en sus tierras, creando una comuna e inspirando odio político.
Después de un atraco exitoso, Ubaldo lleva a su padre Ernesto, recientemente recuperado, de São Paulo a Cratará. Mientras tanto, Dinorah planea vengarse del alcalde Gastão por haberla violado cuando era niña. Su novio, Lino, la ayuda a atacar a Gastão, dejándolo desfigurado. Sin embargo, al huir de la escena del crimen, Lino recibe un disparo.
El esposo de Leinneane y su familia, opositores políticos de Gastão, están acusados %u200B%u200Bde delitos contra él. Preocupado por el nuevo y peligroso estilo de vida de su hijo, Ernesto trata de disuadirlo, pero cuando se intenta asesinarlo a él y a Leinneane, Ubaldo se da cuenta de que tiene que robar lo que sea necesario para que ella derrote a los hombres. Maleiro en las elecciones.
Ubaldo y Dinorah roban solo medio banco para apoyar la campaña de Paulino Leite. Para salvar a su hijo de una vida delictiva, Ernesto hace explotar los almacenes de Ubaldo, destruyendo sus armas en el proceso. Ubaldo y Leinneane sospechan de Gastão, y la aspirante a primera dama usa su propio dinero de campaña para financiar el robo que le traerá la victoria política.
La pandilla de Ubaldo es sorprendida por Ameaço y sus seguidores, lo que lleva a un tiroteo que mata a hombres de ambos lados. Los fanáticos de Gastão se propusieron destruir la hermandad y quemaron el edificio en el que estaba Ernesto. Un nuevo y santo Ubaldo surge de las cenizas de esta tragedia, un cancageiro de pura sangre capaz de asesinar.